Nos encontramos habitualmente intercambiadores de placas aislados con planchas
autosellables. Este aislamiento, que puede parecer estética y económicamente óptimo al inicio, es absolutamente contrario al concepto de equipo al que pretende aislar/proteger. Los intercambiadores de placas desmontables tienen la gran ventaja de poderse desmontar para ampliar superficie de intercambio, limpiar su interior, substituir placas y demás operaciones habituales. Este tipo de aislamiento, además de tener que romperse para poder realizar cualquiera de éstas rutinarias operaciones, se introduce en el espacio inter-placas (sobre todo en los que trabajan en ciclos de alta temperatura), dejando el paquete de placas en una situación, que a veces resulta imposible de reutilizar, inutilizando el producto y acabando con su vida útil.
Desde CIPRIANI siempre hemos ofrecido aislamientos capaces de trabajar en frío y en calor, que se puedan montar y desmontar de forma rápida y eficiente incluso con el intercambiador conectado a la instalación, y que aporten un valor añadido a la eficiencia global del conjunto.